lunes, 24 de noviembre de 2008

La Mafia Médica

El presente libro es una crítica puesta en escena de lo que certeramente su autora llama la Mafia Médica.

Ghislaine Lanctôt distinguida médico graduada en 1967 ejerció durante 27 años hasta que su licencia le fue retirada después de publicar este escrito.

Como todo médico, ella consideraba la medicina uno de los únicos caminos para la conservación de la humanidad y uno de los mejores descubrimientos del hombre. Sencillamente una maravilla digna de admirar por cualquier especie.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, adquiriendo años de experiencia, conocimiento diversificado y contacto con las personas descubrió que existían una serie de medicinas más efectivas, menos agresivas (en cuanto a efectos secundarios) y muchísimo más baratas que las convencionales. Situación que junto con otras cercanas, provoco que se comenzara a desquebrajar su ídolo: Medicina.

A partir de este momento es que comienza a poner atención a una serie de situaciones, las cuáles describe clara y concretamente en su libro.

Primeramente crítica la censura que se le realiza a la enseñanza de la medicina, pues afirma que lo que se les muestra a los estudiantes es lo estrictamente necesario para complacer al paciente momentánenamente y hacerle al mismo tiempo dependiente de algunos productos. A los practicantes no se les habla de medicinas naturale. ¡Jamás! Ni pensarlo si quiera. Eso seria una fuerte traición para con las empresas farmacéuticas.

Cito sus propias palabras:

….Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos
internacionales -en algunos como ponente- y" me di cuenta de que todas las
presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y
requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el "comité científico"
organizador del congreso.

¿Y quién designa a ese comité científico?

Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Hoy
son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros
médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de
medicina! El control es absoluto.

Descubrir está tan vil manipulación y como se juega con las vidas por dinero le hizo entender que la medicina no era más que un negocio, un poder en manos de pocos, un círculo de intereses propios. La medicina actual esta controlada por el deseo de riqueza, ya no importa qué es más efectivo o menos dañino, sino que genera más ganancia.

Esta corrupción que nos revela la doctora así como la represión que se realiza posee un buen patrón de comparación con la problemática educacional que vivimos. En donde los programas educativos también están restringidos. Se les enseña a los estudiantes principalmente a memorizar y no a profundizar en las situaciones para poder criticarlas objetivamente. Está vedado discutir temas de realidad nacional que se resistan al sistema actual, una completa aberración oponerse al gobierno, una alta traición. Esto provocaría un pueblo ingobernable como dijo don Oscar Arias y eso no es lo que se necesita, lo que se requiere es un pueblo sumiso, pacífico, ¿entonces para que enseñar más allá de las herramientas necesarias para alcanzar ese objetivo? No es necesario desarrollar mucho el área creativa, ¿para qué utilicen el arte como otro medio de manifestación? ¿Para qué entonen himnos de protesta?. No, mejor solo enseñemos lo mínimo, así estamos bien.

Volviendo al libro, otro hecho que denuncia Ghislaine Lanctôt es que la medicina no siempre es para alcanzar la salud sino para crear una línea de co dependencia, pues el doctor se convierte en un enlace entre paciente e industria, administrándole sólo medicamentos y no atacando el problema desde la raíz.

La medicina actual deja a un lado la relación directa existente entre enfermedad y emociones, olvidando que uno mismo puede ser su mejor curador mediante la fuerza de atracción. Como sabemos aquello que deseemos es lo que acercamos a nuestras vidas, por lo tanto puede que exista cierto conflicto dentro de nosotros mismos que provoque una enfermedad y al médico de la actualidad no se le enseña a considerar estas situaciones sino solo a atacar el malestar con un medicamento.

Pero en fin, porque tachar a la medicina de” Mafia Médica”, ¿quiénes la integran?

A diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto, la
industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios,
los hospitales, las compañías aseguradoras, las Agencias del Medicamento,
los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) -el Ministerio de Sanidad de la ONU- y, por supuesto, el
gobierno mundial en la sombra del dinero.

La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la "política
de enfermedad" en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer
ciegamente las directrices de la OMS. No hay escapatoria. De hecho, desde
1977, con la Declaración de Alma ATA, nadie puede escapar de su control, declaración que se da para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía. (Fragmento de una entrevista aplicada a la autora).

Sobre este último punto me interesa referirme porque no sólo en el área de la salud los pueblos han perdido autonomía y soberanía, sino también en cuanto a costumbres y utilización del territorio. Se supone que el poder se delega a unos pocos, sin embargo la soberanía reside en el pueblo y es por ello que debemos luchar por conservarla, tema que considero requiere de bastante análisis y acción en la actualidad. Libros de críticas como estos, son los que nos hacen también reconocer otros problemas e intentar responsabilizarnos al respecto.


Elízabeth Guerrero

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