sábado, 20 de septiembre de 2008

La educación Holística

Desde que nacemos se nos enseña como caminar, como comer, como hablar y comportarnos frente a los demás. Se nos establecen una serie de directrices, que si se cumplen los sueños de nuestros padres, nos acompañarán por el resto de nuestras vidas. Si bien todas estas normas impuestas nos ayudan en nuestro crecimiento personal y en recibir la aceptación de los demás (factor importante durante el crecimiento), es probable que también nos enclaustren y nos provoquen frustración en el momento en que queramos salirnos de esos esquemas ya que quizás nuestras acciones no estén bien a los ojos de otros.

Considero que una de las principales causas de que vivamos en sociedades consumistas y materialistas, carentes de valores es que existe una falla significativa en la educación. Está se preocupa mucho por proporcionar información y conocimientos a los estudiantes y no por su formación como personas y futuros ciudadanos. La labor del maestro (al menos del de primaria) debe centrarse no solo en ser una fuente reveladora, sino también educadora: entendiéndose la última como con la capacidad de enseñar acerca de la vida

En este punto se reconoce una de las posiciones del profesor Pedro Haba, quien en sus escritos siempre resalta la importancia de la exigencia y de que el estudiante debe demostrar sus fundamentos "aceptables" para sus razonamientos. En pocas palabras debe ser estructurado y coherente. Debe intentar alcanzar aquella posición de conocimiento del profesor aunque es probable que Haba realmente considere que nunca lo va a lograr. Con pensamientos como los de don Pedro es que se evidencia el accionar de nuestros actuales centros educativos que proporcionan ambientes de estricta disciplina, rigidez y exigencia, dejando por fuera la libertad de expresión de los estudiantes, tal caso se evidencia en el hecho de que casi no se fomenta en las escuelas y colegios la música, la pintura, la poesía, el teatro, entre otros artes. Todo el sistema educativo se mueve bajo un tradicionalismo que hasta guía a los educandos en su manera de pensar y acostumbrados a estos regímenes junto con el miedo a la sociedad no hacen intento de salir de esa cápsula.

Si bien en especial la educación de Costa Rica necesita urgentemente una reforma como lo denuncia el profesor Haba en el ámbito económico y administrativo; así mismo los padres deben cuidar las formas de tratamiento hacia sus hijos, pues en muchas ocasiones los transforma en individuos tímidos e inseguros, incapaces de enfrentar las dificultades de la vida.

Los estudiantes en sus ambientes de estudio y en su hogar no necesitan a alguien que les exponga lo inteligente y exitoso que es (lamentablemente la visión que nos revela de sí mismo Pedro Haba), sino alguien que les enseñe que les instruya, que les cuente sus experiencias y como logró afrontarlas. Los niños desde pequeños necesitan que se les guíe y no que se les reprima.

Siempre me ha llamado la atención la historia del gran elefante que con toda su fuerza e impetuosidad permanece atado con su pata a una pequeña cadena sostenida por un débil clavo, esto porque desde pequeño se lo aplicaron y por lo tanto aprendió a no intentar más allá.

Este simple ejemplo nos exhorta a que no permitamos que se haga de la mente de los aprendices una mente cerrada y abstracta, sino una mente sin fronteras y capaz de realizar análisis y lo más importante habilitada para realizar críticas y discriminar.

Además es importante como lo dice Keating con su frase Carpe Diem enseñar a las entrantes generaciones acerca de la importancia de aprovechar el tiempo y de hacer volar los pensamientos, lo valioso que es seguir los ideales. Romper esquemas y abrirnos a un mundo lleno de experiencias maravillosas por conocer. Pues como lo observamos en Wit, a pesar de que unos consideran que la muerte es una nueva vida en la cual el bienestar del individuo dependerá de su buena conducta o de los adecuados rituales que realicen sus parientes, aunque otros consideran que si aún después de morir no somos dignos de encontrarnos con Dios todavía podemos regresar para resolver nuestros conflictos o bien podemos ir al “purgatorio” a mejorar nuestras almas, siempre nos va a llegar y es algo para lo que nadie está preparado. Ni siquiera aquel al que se le diagnosticado su pronta defunción.

Debemos tratar de instruir a los pequeños en el arte de disfrutar la vida y crecer como personas.

A que no piensen que el ser valioso depende del éxito en el trabajo o en cualquier área, porque está conducta no hace más que conducirnos a la pérdida de valores esenciales para la convivencia como lo son: la solidaridad, la honestidad, el amor, la cooperación y la atención.

No reconocer y corregir las averías en la educación nos lleva a resultados como los suicidios de los que es ejemplo Neil en la “Sociedad de los poetas muertos” o a los sufrimientos a los que son sometidos los estudiantes del Colegio Militar Leoncio Prado en “La ciudad y los perros”. Está última obra en particular, me cautivo en gran manera pues Vargas Llosa a pesar de que este es su primer escrito logra reconocer y advertirnos de una enorme variedad de problemas aún presentes en las comunidades latinoamericanas.

En esta obra se observan los efectos de la disciplina, que si bien en gran medida puede contribuir a tener una vida organizada y a enfrentar los problemas con valentía, discrepo con don Pedro en el hecho de que a la misma vez nos puede hacer abandonar los goces de la adolescencia e imposibilitar nuestro desarrollo como personas íntegras y valoradas.

Ante el panorama de control exhaustivo que ejemplifica Vargas Llosa, podemos deducir fácilmente como desea enviar un mensaje importante a los padres y es que este “militarismo” que en muchas ocasiones de manera implícita se impone también en nuestros hogares, ordinariamente lo que genera es que los adolescentes busquen medios de escape como lo son el licor, las drogas, la pornografía, entre otros, como ocurrió en el caso de los personajes de mencionada obra que se revelan como respuesta ante la violencia y maltratos de los que eran participes.

Otro vicio que considero desea hacer notar este reconocido autor latinoamericano es la “Ley de la Selva” imperante en las actuales sociedades, donde los débiles como Ricardo Arana (El Esclavo) no tienen grandes oportunidades y terminan muriendo ante la coacción de otros. Además otro factor trascendental que denuncia la obra es el machismo predominante en nuestros hogares, aquí mismo se toma como ejemplo a El Esclavo quien es enviado a dicho colegio porque su padre desea que se haga hombre, así mismo cuando se incluye a la Boa en el “Círculo” por tener su pene muy desarrollado. Se muestra la importancia de la hombría y la virilidad, se fomentan por sobretodo valores como la valentía y el coraje.

En este libro también se desea poner de manifiesto la pérdida de estimación hacia la amistad que se observa ante la traición de Alberto hacia Ricardo al enamorar a Teresa y así mismo el empobrecimiento de principios como la verdad, la justicia y la honestidad, protagonizada por el teniente Gamboa que aún sabiendo quien fue el culpable de la muerte de Ricardo no lo denuncia, sino que se vuelve cómplice del hecho.

Vargas Llosa nos denuncia múltiples debilidades de nuestra sociedad pero como todas las demás obras nos plantea que la solución es la educación. Pero a mi parecer no sólo una educación de la inteligencia como lo expone el profesor Pedro Haba, sino también acerca de la vida como lo intenta hacer el profesor Adonay Arrieta. De quien sin mucho conocimiento de su persona es fácil intuir que es un amante de la vida y de todos los colores, aromas y sabores que esta nos puede brindar y el cual con sus técnicas de trabajo incluyendo: la meditación, reflexiones, relajación y críticas; desea transmitir a sus estudiantes esta radiante manera de vivir. Don Adonay con su lema “Rompiendo Paradigmas” intenta quitar un poco los esquemas en las mentes de sus educandos y que expandan sus fronteras para que aprendan a sobrellevar las cargas de una mejor manera y logren una mejor calidad de vida, intenta introducir en la educación un poco de lo que falta que es conciencia social y dedicación del profesor hacia sus alumnos.

Considero que debemos considerar las proposiciones de la educación holista la cual supera la visión reduccionista cognoscivista considerando al ser humano en su totalidad, y trabaja en seis dimensiones: emocional, social, cognitiva, estética, corporal y espiritual. (recomiendo visitar el sitio: http://www.geocities.com/ed_holista/documentos.htm)

Porque el forjar desde pequeños, ciudadanos consientes y honestos depende de la enseñanza que reciban. Pues no necesitamos más corporaciones que nos sumerjan en un consumismo incontrolado, una lucha por el éxito, una obsesión por el trabajo insaciable y una competencia por el poder interminable. No necesitamos más empresarios que prometan paraísos que terminan siendo pantanos, que nos transformen de personas a números productores. Porque al estar interesados solo por el trabajo dejamos de hacer todo aquello que nos hacía felices, de compartir con nuestros familiares, dejamos de ser y desarrollarnos como personas.

La sociedad actual lo que necesita es un patriotismo que genere el amor por la Patria y así su conservación, necesita áreas de compartir familiar y más centros educativos que garanticen profesionales trabajadores con criterio propio, no simples piezas de una línea de ensamblaje. Es nuestra propia responsabilidad con nuestra actitud tratar de extinguir todos los actuales vicios que afrontan nuestras comunidades.


Elízabeth Guerrero Barrantes

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